Aquí estoy, con los dedos fríos, quizá porque hace algunas horas que no los uso a conciencia, pero contento de formar parte de tu decorado prenavideño, invernal en cualquier caso. Tú no sufras por la nieve, se derretirá más pronto que tarde. En cambio hay cosas que no se van ni con agua caliente, algunos deseos, tendencias, cariños…
Te envío unos calores desde la cocina. Estoy en posición, cocinando cosas que sirvan para ir vaciando el frigorífico de mis archivos del circo. Es menester.
Te veo antes de la próxima nevada.