Fíjate que nunca había pensado en tus genes extremeños. Esta mezcla tuya explica mejor algunas cosas que te pasan, esos arranques hele-hele (pronúnciese la hache aspirada, por favor) que a veces tienes, y esa pasión tuya por los productos del cerdo no podían ser sólo sorianos. Aunque el sorianismo ayude.

Algún día seguiremos explorando en tu adn. Cuando puedas llevarme a conocer tu rama familiar de Monesterio comentamos más detalles.

De momento estoy deseando probar esa paletilla y su grasita entreverada. Amén.