En esa cuesta de Sant Pol, que era un terraplén, que ahora es una escalera de madera con barandilla, pensaba que esas playas me recuerdan a Bolaño y que Bolaño me lleva a ti en Menorca y que añoro esa isla siempre y siempre que la añoro vuelvo a ti y a Ramón leyendo a Bolaño y a las chicharras del salón de las hamacas y a las tortugas bajo su higuera.
Hay sabores de este fin de semana que recuerdan al higo, al dátil, a la miel, al cava, al mar de las navajas y los mejillones, a la nata y a la manzana, a las vías del tren de Sant Pol y a la nieve del Montseny, a tu espalda, a tus greñas y a la fórmula 1.
Nos vemos con los calçots.